La cuarta luna del festival celebró los 65 años del grupo y unió emociones, recuerdos y compromisos sociales, destacando las voces jóvenes y la lucha por los derechos en el escenario.
En la madrugada de Cosquín, el canto de Los Manseros Santiagueños y los vientos puneños despertaron emociones intensas. La noche estuvo marcada por una conexión única entre el público y el grupo, que celebró 65 años de historia. Onofre Paz, uno de los fundadores, no pudo contener las lágrimas al recordar a su hijo Martín, quien falleció en octubre de 2023, mientras veían la imagen de él en pantalla.
El clima emotivo se hizo presente, pero la música y el amor por el folclore lograron sobreponerse al dolor. Las voces de Los Manseros Santiagueños, con el acento joven de Flor Paz, fueron aplaudidas por el público que, con ovaciones, les reconoció como una de las grandes fuentes del folklore, imprescindibles en Cosquín.
La cuarta luna del festival también destacó las actuaciones de Christian Herrera, Lázaro Caballero y el Indio Lucio Rojas, quienes hicieron vibrar el escenario con su música. Además, la noche incluyó una potente defensa de la diversidad sexual, representada por Micaela Chauque, quien celebró el amor y el respeto con su arte mientras las banderas de diversas identidades se izaban en el aire.
La cuarta luna de Cosquín demostró una vez más que la música folklórica no solo une, sino que también puede ser un vehículo poderoso de compromiso social y expresión de derechos.




