Hoy se cumplen 172 años de la sanción de la Constitución Nacional, una fecha clave para el nacimiento del Estado de derecho argentino. Sin embargo, el país parece seguir más atento a sus líderes que a la ley que debería limitarlos.
El 1° de mayo de 1853 se aprobó el texto constitucional que organizó jurídicamente al país, tras años de guerras internas. Fue el resultado de un largo proceso que comenzó con el Acuerdo de San Nicolás, en 1852.
La ciudad de Santa Fe fue sede del Congreso Constituyente, donde los representantes redactaron y debatieron cada artículo. Buenos Aires, en desacuerdo, se marginó del proceso y se reincorporó años más tarde.
El joven Gorostiaga encabezó la comisión redactora del proyecto. La Constitución fue pensada para limitar el poder y garantizar derechos, algo que hoy muchos parecen haber olvidado.
El texto fundacional sigue vigente, pero su respeto es cada vez más relativo. En una Argentina atrapada en personalismos, recuperar su valor simbólico y normativo es una deuda pendiente.




