Durante el gobierno de Alberto Fernández, Leandro Santoro fue uno de sus voceros más fieles. Apoyó el acuerdo con el FMI y nunca cuestionó las decisiones presidenciales. Hoy busca un nuevo cargo en la Ciudad sin ofrecer distancia del pasado reciente. Su alineamiento constante ya no convence a todos.

Durante los años del gobierno de Alberto Fernández, Santoro se mantuvo como uno de sus defensores más leales. Ya fuera en medios o redes sociales, evitó cualquier tipo de crítica pública y respaldó las decisiones del Ejecutivo incluso en los momentos más cuestionados, como el acuerdo con el FMI.

Esa postura de alineamiento total comienza a pasarle factura. En plena campaña para ingresar a la Legislatura porteña, Santoro no logra despegarse del pasado reciente ni ofrecer señales de renovación. En un contexto donde muchos votantes buscan autocrítica y nuevos liderazgos, su continuidad discursiva genera dudas incluso dentro del peronismo.

El próximo 19 de mayo, los porteños votarán para renovar 30 bancas en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Santoro encabeza la lista de Es Ahora Buenos Aires, pero su cercanía con la gestión anterior podría ser un obstáculo más que una fortaleza en esta elección.