El candidato a legislador porteño habló con La Nación y aseguró que, a pesar de haber trabajado para el peronismo de la ciudad, para ganar las elecciones buscará interpelar a votantes por fuera del peronismo. A su vez, aseguró que hay que terminar con la grieta en la ciudad.
En su intento por captar un electorado más amplio en la Ciudad de Buenos Aires, Leandro Santoro ha optado por una estrategia que evita confrontaciones directas y definiciones claras. A pesar de su historial dentro del peronismo y el kirchnerismo porteño, ahora busca desmarcarse de esas identidades políticas, presentando su candidatura como parte de un «proyecto local» que pretende superar las divisiones partidarias tradicionales. Sin embargo, esta ambigüedad ha generado cuestionamientos sobre la coherencia y autenticidad de su propuesta.
Durante la campaña, Santoro ha evitado pronunciarse sobre temas polémicos y figuras centrales de su espacio político, como Cristina Kirchner y Axel Kicillof, argumentando que no se involucra en disputas provinciales. Esta postura ha sido interpretada por algunos como una táctica para no alienar a votantes potenciales, aunque también ha sido vista como una falta de compromiso con las discusiones fundamentales que atraviesan su propio partido.
Además, su decisión de no criticar abiertamente al presidente Javier Milei ha sido percibida como una estrategia para evitar polarizaciones, pero también ha levantado dudas sobre su disposición a enfrentar las políticas del oficialismo nacional. En un contexto político donde la claridad y la firmeza son valoradas por el electorado, la ambivalencia de Santoro podría ser un obstáculo para consolidar su liderazgo y construir una alternativa sólida en la Ciudad.




