Con el crecimiento del deporte digital y la gestión de datos sensibles, la ciberseguridad se ha vuelto un eje fundamental para equipos y deportistas. Desde contratos hasta estrategias de juego, mucha información ahora está digitalizada.
Ataques informáticos a clubes de fútbol, como el sufrido por el Manchester United, han demostrado que el deporte también es un blanco atractivo para los ciberdelincuentes. La protección de los sistemas informáticos es ahora prioridad en las grandes organizaciones.
Plataformas de gestión de rendimiento, aplicaciones de salud y hasta sistemas de entradas pueden ser vulnerables si no se actualizan con protocolos de seguridad adecuados.
Algunos deportistas han sido víctimas de filtraciones de datos personales, incluidas lesiones o diagnósticos médicos, lo que afecta su imagen pública y su desempeño contractual.
La inversión en ciberseguridad es creciente, y muchos clubes ya cuentan con equipos especializados en protección digital, conscientes de que un fallo informático puede costar tanto como una lesión grave.




